lunes, 18 de enero de 2010

CUARENTONES | UNA GENERACIÓN CON SUERTE

Os mando este artículo publicado ayer en la revista "Magazine" de "El  Mundo" en el que hablo sobre la generación del 69, que por cierto es la mía!!
Y también el enlace http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2010/538/1263403245.html

CUARENTONES  UNA GENERACIÓN CON SUERTE

Por SILVIA GRIJALBA.

1969, el mejor año para nacer
Si usted tiene 40 años, acaba de cumplir 41 o va a celebrarlos en 2010, sepa que es uno de los integrantes de una generación afortunada, al menos en teoría: la de quienes crecieron en democracia, vivieron innovaciones tecnológicas que han hecho su vida más fácil y mejor preparados están para afrontar la crisis. Cuatro rostros populares nacidos en 1969 cuentan qué hecho les ha impactado más durante estos años y cómo es esa 'generación puente' que jugó a las chapas en la calle y estrenó los videojuegos.
.

Decir así, sin matizaciones, que 1969 es el mejor año del siglo XX para haber nacido en España puede parecer arriesgado. Pero si atendemos a las oportunidades, a lo fácil que la vida se lo ha puesto a los que llegaron al mundo entonces, puede hacerse esa afirmación, hablando, por supuesto, de una manera genérica.
Pero, ¿por qué el 69? Lo cierto es que si analizamos una serie de datos económicos, culturales, sociales y políticos, los que nacieron dentro de esos doce meses han tenido más oportunidades que quienes lo hicieron antes y después. Bueno, si usted pertenece a la Generación X (la que está comprendida entre 1967 y 1977) y nació en el 68 o en el 70, también puede incluirse, más o menos, en este grupo de agraciados pero, si somos estrictos, 1969 es, además del año erótico, como cantaban Serge Gainsbourg y Jane Birkin, la cifra clave.
Hay una serie de circunstancias objetivas que lo corroboran. Por una parte, los nacidos en ese año son la primera generación que vive plenamente en democracia, como dice Antonio Basagoiti, presidente del PP en el País Vasco, y uno de los agraciados. "Las generaciones anteriores no pudieron disfrutar de las libertades plenas que, por suerte, nosotros sí tenemos. No vivieron las libertades democráticas y, por fortuna, nosotros no hemos sufrido las dificultades de pasar de una dictadura a una democracia. Los del 69 hemos disfrutado las libertades que no tuvieron nuestros padres".

MÁS PASIVOS. El periodista, escritor y profesor de Ciencias de la Información Justino Sinova, cronista político de la España de la Transición, corrobora esta afirmación de Basagoiti, aunque va más allá: "Esa generación tuvo la suerte de que sus años de juventud coincidieron con una etapa de libertad recién estrenada, de ilusión y de esperanza, un momento muy especial de España. Pero, por otra parte, al encontrarse el camino hecho dentro del aspecto político sí es cierto que eso derivó en una inhibición política general que ha seguido en otras generaciones. Tuvieron la suerte de no tener que luchar contra una dictadura, pero eso les ha hecho ver la política de otra manera, en general, más pasiva".

Basagoiti, desde luego, es una excepción. "Mi interés por la política comienza en las primeras elecciones democráticas, ante la novedad que suponen para mí los carteles y la propaganda electoral de la época. Me llamó tanto la atención todo aquello que coleccioné carteles de todos los partidos que se presentaron en aquellas elecciones".
También hay que hablar de la economía. La general y la particular. Porque, aunque es sabido que el dinero no da la felicidad, contribuye a ella. La incorporación al mundo laboral de los que estudiaron una carrera se dio en un momento crítico, el de mayor tasa de paro, que llegó a un pico histórico en el 94, con un 24%, que empezó a disminuir a partir del 97 (20,61%) hasta el 2001 (que llegó al 10,55%). Este dato, en principio, puede parecer negativo pero, a largo plazo, se constata que no. A partir del 95 aproximadamente, cuando los del 69 empezaron a tener edad para independizarse, vivir en pareja, formar una familia..., la situación laboral era más favorable. Y esa crisis, del 92 al 94, les sirvió para, en algunos casos, completar su formación postuniversitaria y, en otros, aprender 'a buscarse la vida'.

Para Nuria Sáez, consultora y coach, directora de Logos Increscendo, consultora especializada en proyectos de cambio y transformación organizacional: "En los años posteriores a la crisis del 92, entre 1995 y 1998, surgieron nuevas oportunidades laborales para los de nuestra generación que muchos supieron aprovechar y que coinciden con la recuperación económica del país. Previamente a este periodo vivimos algunos años difíciles: los titulados sin empleo accedimos a nuestros primeros trabajos con una cualificación más alta de la que requería el puesto laboral. Trabajamos en lo que podíamos, algunos como becarios, otros aprovecharon para completar su formación y aprendieron a compaginarlo con trabajos que ni se parecían a los que soñaban cuando empezaron la carrera. Y gracias a toda esta formación, a la experiencia adquirida en sus primeros empleos, a la capacidad de adaptación y a las ganas de seguir creciendo cuando llegaron tiempos mejores se posicionaron como una generación muy preparada".
Hay que recordar que los nacidos en ese año y posteriormente son los que se beneficiaron de una educación más amplia. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un 60% de los nacidos entre 1969 y 1974 completaron los estudios de enseñanza secundaria, frente al 48% de los nacidos entre 1959 y 1968 y un 19% de quienes lo hicieron entre el 39 y el 48.
LA CLAVE. En algunos campos, como el del periodismo, y pese a la crisis internacional, sí fue buen momento. El 92 fue el año clave en España por la celebración de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona y todo lo que esto conllevó a la hora de crear infraestructuras y oportunidades laborales para algunos, como fue el caso de Susanna Griso, que empezó a trabajar entonces en Cataluña Radio. "Con los Juegos Olímpicos se reforzó la redacción y a una compañera y a mí nos tocó seguir a Samaranch y a Josep Miquel Abad [consejero delegado del Comite Organizador de los Juegos]. Íbamos en nuestra vespino y les esperábamos en el hotel a ver si nos hacían alguna declaración. Al principio debían pensar que éramos dos locas pero, después, les debimos hacer gracia y a veces se paraban para decirnos algo y que tuviéramos alguna noticia. Para mí fue una escuela magnífica", recuerda la presentadora de 'Espejo público'.

Y no podemos olvidarnos del presente. Los que actualmente rondan los 40 años están, en su mayoría, en una situación laboral privilegiada para enfrentarse a la crisis. Según Sáez: "Si atendemos a las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) por grupos de edad, en el 2009, el incremento interanual del paro es generalizado, aunque mayor entre los más jóvenes –que continúan mostrando la tasa de desempleo más elevada– y en las personas de más de 55 años aunque, por primera vez en los últimos años, ha aumentado en todas las edades. Según esta estadística, por tipología de contratos los que más están sufriendo son los temporales y menos los indefinidos. Y por niveles de estudio, la crisis se está cebando en los más bajos. Analizando estos datos y otros que presentan muchas organizaciones que están en procesos de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) actualmente, podríamos decir que las personas de la generación del 69 y con niveles de estudios superiores están resistiendo mejor el envite de la crisis".
FACTORES GENERACIONALES. Lorenzo Navarrete, presidente del Colegio de Sociólogos de Madrid, coincide al afirmar que los que nacieron a finales de los 60 tuvieron mayores facilidades y no sólo por las circunstancias específicas de nuestro país (las nuevas libertades, la explosión cultural...) sino por una serie de factores generacionales que afecta a todos los países del primer mundo. "Vivieron la parte más positiva de la sociedad postindustrial, que tiene que ver, por una parte, con el asentamiento de una serie de innovaciones tecnológicas y científicas que han ayudado a hacer la vida más fácil y a ver el mundo de una manera distinta. También por un cambio más profundo, de índole espiritual y filosófico, que ha afectado especialmente a los países católicos del área mediterránea. La religión deja de guiar la vida de la gente, gracias en parte a la modernización de conceptos que introduce Juan XXIII. Esto hace que la sociedad tenga una nueva forma de ver el mundo, influida también por las filosofías orientales que, en 1969, están en boga por el movimiento 'hippie' y abren nuevas corrientes de pensamiento".
Producto de ese 'laicismo' general y del que se produce en España tras de la dictadura hay varios efectos directos para los del 69. Por ejemplo, la primera ley del aborto se aprobó en 1985, cuando ellos tenían 16 años, es decir, cuando podían empezar a necesitar hacer uso de ella. La del divorcio se había aprobado en el 81, cuando sólo tenían 12 años, pero supone una doble ventaja: es la primera generación que no tiene que vivir las consecuencias de un matrimonio que permanece unido a la fuerza y, por otra, cuando llegan a la edad de contraer matrimonio ya lo hacen con otra mentalidad: saben que puede disolverse. En cuanto al resto de cambios sociales, no hay que olvidar que son los primeros que pueden optar por no hacer la mili, pues, en 1984, se regula la Objeción de Conciencia.
Susanna Griso, la pequeña en su familia, reconoce que todo esto lo ha vivido muy de cerca y que, gracias a sus seis hermanos mayores, ha podido valorar mejor la diferencia y los logros que suponían ciertas libertades. "Las mujeres de esta generación hemos sido las primeras en saborear los logros de nuestras madres y nuestras hermanas mayores. Quizá por eso en algunos casos no hemos sido tan beligerantes como ellas, pero sabemos que hace poco había libertades que se nos negaban".
Esa idea de ser una 'generación puente' está presente en muchos de los personajes de 40 años que aparecen en este reportaje. Elena Arzak, por ejemplo, reconoce que tiene mucho que agradecer a la generación de cocineros anterior a la suya. "Los de mi edad les debemos mucho a los creadores de la Nueva Cocina Vasca, gente como Arguiñano, mi padre [Arzak] o Pedro Subijana. Igual que pasó en Francia con la 'Nouvelle Cousine', ellos nos allanaron el camino para investigar y situarnos en un plano internacional".

Para Jesús Palacios, experto en la cultura de los años 80, "los que nacieron en el 69 han bebido de las fuentes de la cultura anterior, de esa que valoraba la obra de arte, que pensaba que la cultura tenía que ser progresista, como una forma de evolución, que debía aportar algo. Al mismo tiempo han sabido interpretar ese concepto más pop de que no hay diferencia entre la alta y la baja cultura, que la frivolidad puede ser una forma de arte, pero sin caer en el pensamiento actual del todo vale y de que da igual lo que se haga porque la cultura no tiene por qué aportar algo relevante. Es la generación de la postmodernidad".
EN EL MEDIO. Jorge Sanz afirma que entre los actores también se da ese concepto de 'generación puente': "Nosotros somos los que estamos en medio, entre la tradición del que viene del teatro y que se toma la profesión casi como un sacerdocio y la de quienes han crecido prácticamente haciendo sólo televisión. Ambas visiones tienen su parte positiva y creo que cogemos lo mejor de ambas".
Según Susanna Griso, "nos beneficiamos de que la generación anterior experimentara con una serie de asuntos que hizo que nosotros no cayéramos en esos errores. Nuestros hermanos mayores lucharon por una utopía que luego les dejó bastante descolocados dentro de la sociedad, en algunos casos, y nosotros teníamos las cosas más claras. Podríamos decir que mientras ellos, durante el movimiento 'hippie', viajaban a Oriente nosotros viajábamos para hacer un master. Teníamos los pies más en la tierra, sin olvidar sus logros, por supuesto, que también nos vinieron bien". Justino Sinova, en cualquier caso, advierte que en España el movimiento 'hippie' fue muy minoritario. "Igual que el Mayo del 68. Hubo una cierta influencia pero, si somos sinceros, en España no se vivió como en otros países, era más llamativo que real".
Esta posición intermedia entre los dos extremos tiene, según Nuria Sáez, una consecuencia favorable: "Los de esta generación han sabido poner más el foco en los valores familiares. Vieron cómo sus padres, los de la generación de la posguerra, se casaban con su trabajo y ellos han requerido y buscado más equilibrio entre su vida laboral y la personal. Padres tardíos, tuvieron que esperar a encontrar un trabajo y una vivienda decente".
En este apecto, el de la vivienda, se plantaron con 30 años en 1999, cuando el 'boom' inmobiliario aún no había estallado: las casas tenían precios razonables y las hipotecas se daban con facilidad (el 100% de la financiación e incluso tasaciones por encima del precio, que les permitían amueblar la casa). Además, los tipos de interés eran relativamente bajos (alrededor de un 4% en el 99). A partir de 1999 el precio de la vivienda empezó a aumentar desmesuradamente. Según el INE, el incremento del precio medio de la vivienda de 1999 a 2003 fue de un 80, 27%. Jorge Sanz reconoce que a él este asunto no le afectó demasiado: "Empecé a trabajar muy joven y enseguida tuve dinero para comprarme una casa, pero sí es cierto que los que tienen más o menos mi edad, aunque con mucho esfuerzo, han comprado una. En cambio, los más jóvenes veo que lo tienen mucho más difícil".
Otro de los factores que ha contribuido a la felicidad de la 'promoción del 69', según apunta el sociólogo Lorenzo Navarrete y que la consultora Nuria Sáez desarrolla, es la revolución de Internet. La del 69 no es la generación que ha nacido con el ratón en la mano, pero ha vivido el 'boom' informático a una edad en la que no le ha resultado difícil manejarse con soltura. No hay que olvidar que, en 1996, sólo un 0,7% de los hogares tenía ordenador. "Somos flexibles por necesidad, inmersos desde pequeños en un mundo de cambios. Somos de las últimas generaciones que han jugado en la calle a las chapas, a la goma, a la comba y, a la vez, somos de los primeros que hemos jugado a videojuegos. De niños pasamos de ver los dibujos en blanco y negro a los dibujos en color".

LOS HECHOS QUE MARCARON AQUEL AÑO


En las universidades de Stanford y UCLA se ponía la primera piedra de lo que hoy es Internet. The Beatles se separaban, John Lennon grababa su primer 'single' en solitario ('Give Peace a Chance') y miles de jóvenes norteamericanos se congregaban en el festival de Woodstock. Mientras, España era sacudida por uno de los seísmos más importantes de su historia con una magnitud 7,3 en la escala de Richter. Éstos y los que siguen fueron algunos de los acontecimientos que marcaron 1969.
1.Triunfo en eurovisión. Madrid, 29 de marzo. La cantante Massiel (con abrigo) entregaba a Salomé el premio de vencedora del Festival de Eurovisión con Vivo cantando. Las representantes de Francia, Holanda e Inglaterra también lograron el triunfo, al producirse un cuádruple empate en el primer puesto.
2. El Concorde vuela. Fairford (Reino Unido), 10 de abril. Un mes después de que el prototipo francés del avión supersónico Concorde hiciera su vuelo inaugural por el cielo de Toulouse, el prototipo británico aterrizaba en la base de Fairford ante la mirada de cientos de expectadores.
3. Adiós Gibraltar. La Línea de la Concepción (Cádiz), 8 de junio. Periodistas británicos y residentes gibraltareños observan cómo los oficiales españoles de aduanas cierran la verja de entrada hacia España desde la colonia británica, cumpliendo una orden del Consejo de Ministros.
4. Juramento Real. Madrid, 23 de julio. Acto de aceptación del Príncipe Juan Carlos a la sucesión de la Jefatura del Estado. La firma tenía lugar en el Palacio de la Zarzuela en presencia de numerosas personalidades, entre ellas, el ministro de Justicia, Antonio María de Oriol (derecha).

5. En la luna. 20 de julio. Tras el alunizaje del módulo Eagle, de la misión Apolo 11, Neil Armstrong y Edwin Aldrin serían los primeros hombres en pisar la superficie selenita. La frase pronunciada por Armstrong, "un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad", forma parte de la Historia.
6. No a la guerra. Washington (Estados Unidos), 3 de noviembre. Un grupo de jóvenes escucha un discurso del presidente estadounidense Richard Nixon en la sede del comité de movilización para finalizar la guerra del Vietnam, creado tras las manifestaciones estudiantiles antibelicistas.

¿Y EL PEOR?
Si nos atenemos a parámetros como las libertades, la estabilidad política, la oferta cultural, la facilidad de acceso a estudios y vivienda y el resto de baremos analizados para establecer cuál es el mejor año para haber nacido en España, el peor podría ser 1954, si atendemos a la población activa, o alrededor de 1920 si pensamos en la población que puede estar aún viva. En este segundo caso, es evidente: vivieron con uso de razón (y en el caso de los hombres, como parte activa) la Guerra Civil, la postguerra y la dictadura. Las revoluciones sociales, como Mayo del 68, les pillaron con el pie cambiado y no digamos avances como Internet. Pero si nos fijamos en la población activa, quienes rondan los 55 años serían los más desfavorecidos. Vivieron toda la dictadura y el paso a la democracia les tocó durante su incorporación laboral, con lo que conllevaba aquella época económicamente. El acceso a la Universidad era casi un privilegio y, para colmo, son los más afectados por la crisis; según datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) del primer trimestre de 2009, un 80,25% de los mayores de 55 perdieron su empleo, mientras que, por ejemplo, en la franja de 20 a 24 lo han perdido un 19%.

domingo, 3 de enero de 2010

No dejes que verte líder te impida verte persona: mira a tu interior

Comienza el año y con él los nuevos propósitos. Nos gusta fantasear e imaginar lo que el año nuevo nos deparará, y además en un año tan redondo como este 2010 en el que hasta el número es armónico, nos damos permiso para soñar.
Nosotros los cambiólogos, término que poco a poco voy a tratar de desvelaros, también queremos desear para este año que los directivos y las personas que estén en posiciones de influencia, no se olviden que están ahí sobre todo porque están al servicio, y recordaros que ser líder implica una serie de compromisos y supone un camino constante a la excelencia. Porque solo podemos entender la excelencia empresarial desde la excelencia de todas las personas que forman parte de la organización, pero insisto siempre teniendo como punto de partida la propia excelencia personal del líder, que sirva como fuente de inspiración al resto.
Y tal y como muchos sueños se desvanecen a lo largo de este año y otros se convierten en realidad, nos gustaría pensar que nuestros sueños sobre los nuevos líderes se fraguan y se consolidan tiñendo de humanidad las hojas de los árboles hoy secos, que forman parte del antiguo paradigma. Y para ellos necesitamos de líderes que estén alineados con un nuevo paradigma, en el que valores antiguos como el individualismo ya no sirven y en el que ahora más que nunca deben primar valores como la humanidad, la autenticidad o la generosidad. Y es aquí donde se abren paso los líderes nacientes como semillas abonadas en este nuevo paradigma, pero para que estas simientes florezcan y se transformen en fuertes arbustos lo primero que tienen que aprender es a crecer hacia dentro: hacia su persona. Ahora más que nunca en este nuevo modelo los líderes del futuro no pueden huir de ellos mismos, no pueden vivir mirando hacia fuera y compararse con otros árboles aparentemente mejores líderes o más bellos. Solo pueden verse líderes cuando ponen el foco en su persona: cuando vuelven sus ojos hacia dentro, cuando comienzan a cuidar de su raíz, y a trabajar su base. Este es el único camino para convertirse en futuros robles que sirvan como guía al resto.
Aquí es dónde comienza nuestro trabajo como cambiologos, trabajamos codo con codo con los líderes del futuro para que tornen su mirada hacia dentro, y para que sirvan como ejemplo al resto de la organización, siendo ellos los pioneros del cambio. No nos gustaría pensar que los nuevos líderes se forjan solo hacia fuera, tratando de parecer grandes y con hermosas hojas, pero que ante la primera tormenta se derrumban. Necesitamos forjar buenos árboles desde la parte más profunda, desde su centro, y esto solo se puede hacer trabajando desde la persona, ayudándole a tomar conciencia de sus grandes tesoros y también de sus limitaciones. Porque solo a través de la toma de conciencia podemos librarnos de nuestras antiguas creencias o programaciones. Cuando somos conscientes de nuestra propia incompetencia podemos empezar a hacer nuevas cosas para liberarlas o cambiarlas. Si un líder no es consciente de su propia incompetencia seguirá repitiendo el mismo patrón de comportamiento una y otra vez y acabará generando imitadores de su propia incompetencia. Dando lugar a arbolitos que como él quieran aparentar grandeza y hermosura pero solo en su exterior.
Nosotros los cambiologos invitamos a los líderes y los directivos a salir de su propia zona de comodidad, a no hacer lo de siempre, a cuestionarse, a cambiar desde dentro, a enfrentarse a sus miedos, porque solamente cuando las personas cruzan la frontera del estado de confort es cuando crecen y aprenden. En las organizaciones del futuro, las del nuevo paradigma, los líderes deben liberarse de todos los límites que les impide crecer, porque únicamente a través de su propio aprendizaje y crecimiento serán capaces de brotar y brillar en este nuevo paradigma.
En nuestro trabajo como cambiologos nos topamos con la parte más profunda del ser, preocupándonos por su cimiento: ayudándoles a limpiar sus creencias limitantes, o a echar el abono necesario para fortalecer sus creencias potenciadoras . Les preparamos desde su esencia, desde su semilla y siempre creyendo en la grandeza del ser humano. Somos los consultores del nuevo paradigma, vamos un paso más allá del coaching, de la consultoría o de la formación porque aunque nuestra procedencia es de allí, fruto de nuestra propia evolución estamos convencidos de este nuevo paradigma necesita de nuevos modelos de consultoría , y que lejos de dar solo soluciones como hacen los consultores , o de llevar a cabo solo acciones puntuales de formación o de coaching, avanzamos un paso más allá y ayudamos a las personas a forjar su raíz, poniendo el foco de atención en la persona e invitándoles a crecer y a cambiar. Cambiologos de vocación, que por aquello de la coherencia hemos trabajado primero en forjar nuestra raíz y por ello estamos preparados para acompañar a los nuevos líderes y directivos en sus procesos de cambio alineándolos con el nuevo paradigma.

Nuria Sáez (Cambiologa)
Socia y Directora de la Escuela de líderes InCrescendo