lunes, 10 de enero de 2011

El Mándala de mis Louboutin

Desde hace un tiempo he tenido un conflicto con dos partes de mí. Una parte que quería potenciar y otra que dejaba en la sombra por miedo al juicio. Lo irónico es que el lado que escondía es el que me hace creer que todo es posible y ver más allá de mis ojos.


El año pasado cuando estuve haciendo el Programa de Coaching Organizacional, Pnl y Sistemas, y estábamos trabajando con los niveles neurológicos de Bateson , empecé a ser consciente de esa pelea interna que llevo teniendo desde hace varios años . Yo pensaba que no eran compatibles esas dos partes de mí y que una era mejor, es decir gozaba de mejor imagen en el exterior.

Trabajando con el nivel de identidad es cuando entendí que todos tenemos varias identidades y que todas son igual de perfectas. Me di cuenta de que yo misma había decidido poner una creencia limitadora de una parte de mí y la dejaba en la sombra. Y además irónicamente esa parte que abandonaba es la que muchas veces le daba sentido a mi vida.

Es aquí cuando comencé a entender esta frase que tantas veces había escuchado a lo largo del curso: ” Somos eso y mucho más…”. Hay veces que nos empeñamos en mostrar solo una identidad porque pensamos que nos da más valor, que vamos a parecer mejores a los ojos de los demás y no nos damos cuenta que la suma de todas nuestras identidades es lo que nos hace perfectos. No hay una identidad perfecta, sino que es la suma de ellas. Cuando pensamos en alguien al que queremos, muchas veces vienen a la mente esas pequeñas imperfecciones que le hacen único y que automáticamente te dibujan una sonrisa en la cara. Tanto a nuestro marido, nuestros hijos o amigos les queremos por su totalidad, no solo por lo que pensamos que brilla.

Todo esto parece muy lógico pero creedme que ha supuesto una lucha bastante intensa en mi vida. Es muy difícil entenderlo si antes no pasamos nosotros por ello. El darnos cuenta de todas las identidades que tenemos, integrarlas y sobretodo aceptarlas es un precioso y preciado trabajo. Porque para poder integrar los niveles neurológicos es necesario pasar por ellos y vivirlos.

Robert Dilts y Richard Moss nos hablan de concepto de centramiento. El centramiento es simplemente estar en el aquí y en el ahora. En el presente todo es posible y no hay problemas. Esto que parece fácil, no lo es tanto cuando siempre estamos en otro sitio que no es el presente, hay veces que estamos en el pasado o pensando el futuro. En el presente logramos acallar nuestra mente y simplemente estar. Cuando estamos centrados podemos brindar ese espacio sagrado donde el otro se siente totalmente aceptado y respetado. Y desde aquí es desde donde deberían hacerse todos los trabajos de coaching. Estando centrados no se emiten ni juicios ni valores ni siquiera hay cabida para los consejos. El trabajar con la aceptación de uno mismo y ver que formamos parte de un todo nos permite poder llegar al centramiento.

Richard Moss nos explica en su libro “The Mandala of the being” que estando centrados disfrutamos de la vida y podemos dar nuestro 100% . De esta forma también estamos listos para recibir todo lo que el otro tiene para darnos.

Dejar a un lado las luchas internas y aceptarnos como somos nos abre camino para poder estar presentes. Nos permite ser conscientes que somos mucho más que una coach, una psicóloga o una madre. El saber eso, que somos mucho más, nos da la libertad de no etiquetar y de no juzgar.

Y yo me pregunto… ¿Es posible dar un curso de Reiki encima de unos Louboutin?, ¿de quién depende?, ¿ quién pone los limites? ¿Tengo que renunciar a alguna identidad para que tenga sentido mi vida?, o, ¿es solo cuando acepto que soy eso y mucho más, cuando empieza a tener sentido mi vida?



Vanessa Cortés Muleiro
Cambiologa y maestra de Reiki

sábado, 8 de enero de 2011

¿Qué le voy a aportar yo al 2011?

Ya estamos acabando la Navidad, aunque para muchos queda un magnífico puente que vivir. En estos días es normal que la gran mayoría hayamos pedido uno o varios deseos al año 2011... la cuestión es la siguiente... qué vamos a hacer nosotros, cada uno individualmente, para que eso se pueda cumplir , ¿cuál va a ser nuestra contribución para lograr esos propósitos deseados?
Pensar en el 2011 no es solo pedirle cosas a este año sino también empezar a reflexionar sobre todo aquello que estoy dispuesto a hacer para lograrlo!!

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