domingo, 3 de enero de 2010

No dejes que verte líder te impida verte persona: mira a tu interior

Comienza el año y con él los nuevos propósitos. Nos gusta fantasear e imaginar lo que el año nuevo nos deparará, y además en un año tan redondo como este 2010 en el que hasta el número es armónico, nos damos permiso para soñar.
Nosotros los cambiólogos, término que poco a poco voy a tratar de desvelaros, también queremos desear para este año que los directivos y las personas que estén en posiciones de influencia, no se olviden que están ahí sobre todo porque están al servicio, y recordaros que ser líder implica una serie de compromisos y supone un camino constante a la excelencia. Porque solo podemos entender la excelencia empresarial desde la excelencia de todas las personas que forman parte de la organización, pero insisto siempre teniendo como punto de partida la propia excelencia personal del líder, que sirva como fuente de inspiración al resto.
Y tal y como muchos sueños se desvanecen a lo largo de este año y otros se convierten en realidad, nos gustaría pensar que nuestros sueños sobre los nuevos líderes se fraguan y se consolidan tiñendo de humanidad las hojas de los árboles hoy secos, que forman parte del antiguo paradigma. Y para ellos necesitamos de líderes que estén alineados con un nuevo paradigma, en el que valores antiguos como el individualismo ya no sirven y en el que ahora más que nunca deben primar valores como la humanidad, la autenticidad o la generosidad. Y es aquí donde se abren paso los líderes nacientes como semillas abonadas en este nuevo paradigma, pero para que estas simientes florezcan y se transformen en fuertes arbustos lo primero que tienen que aprender es a crecer hacia dentro: hacia su persona. Ahora más que nunca en este nuevo modelo los líderes del futuro no pueden huir de ellos mismos, no pueden vivir mirando hacia fuera y compararse con otros árboles aparentemente mejores líderes o más bellos. Solo pueden verse líderes cuando ponen el foco en su persona: cuando vuelven sus ojos hacia dentro, cuando comienzan a cuidar de su raíz, y a trabajar su base. Este es el único camino para convertirse en futuros robles que sirvan como guía al resto.
Aquí es dónde comienza nuestro trabajo como cambiologos, trabajamos codo con codo con los líderes del futuro para que tornen su mirada hacia dentro, y para que sirvan como ejemplo al resto de la organización, siendo ellos los pioneros del cambio. No nos gustaría pensar que los nuevos líderes se forjan solo hacia fuera, tratando de parecer grandes y con hermosas hojas, pero que ante la primera tormenta se derrumban. Necesitamos forjar buenos árboles desde la parte más profunda, desde su centro, y esto solo se puede hacer trabajando desde la persona, ayudándole a tomar conciencia de sus grandes tesoros y también de sus limitaciones. Porque solo a través de la toma de conciencia podemos librarnos de nuestras antiguas creencias o programaciones. Cuando somos conscientes de nuestra propia incompetencia podemos empezar a hacer nuevas cosas para liberarlas o cambiarlas. Si un líder no es consciente de su propia incompetencia seguirá repitiendo el mismo patrón de comportamiento una y otra vez y acabará generando imitadores de su propia incompetencia. Dando lugar a arbolitos que como él quieran aparentar grandeza y hermosura pero solo en su exterior.
Nosotros los cambiologos invitamos a los líderes y los directivos a salir de su propia zona de comodidad, a no hacer lo de siempre, a cuestionarse, a cambiar desde dentro, a enfrentarse a sus miedos, porque solamente cuando las personas cruzan la frontera del estado de confort es cuando crecen y aprenden. En las organizaciones del futuro, las del nuevo paradigma, los líderes deben liberarse de todos los límites que les impide crecer, porque únicamente a través de su propio aprendizaje y crecimiento serán capaces de brotar y brillar en este nuevo paradigma.
En nuestro trabajo como cambiologos nos topamos con la parte más profunda del ser, preocupándonos por su cimiento: ayudándoles a limpiar sus creencias limitantes, o a echar el abono necesario para fortalecer sus creencias potenciadoras . Les preparamos desde su esencia, desde su semilla y siempre creyendo en la grandeza del ser humano. Somos los consultores del nuevo paradigma, vamos un paso más allá del coaching, de la consultoría o de la formación porque aunque nuestra procedencia es de allí, fruto de nuestra propia evolución estamos convencidos de este nuevo paradigma necesita de nuevos modelos de consultoría , y que lejos de dar solo soluciones como hacen los consultores , o de llevar a cabo solo acciones puntuales de formación o de coaching, avanzamos un paso más allá y ayudamos a las personas a forjar su raíz, poniendo el foco de atención en la persona e invitándoles a crecer y a cambiar. Cambiologos de vocación, que por aquello de la coherencia hemos trabajado primero en forjar nuestra raíz y por ello estamos preparados para acompañar a los nuevos líderes y directivos en sus procesos de cambio alineándolos con el nuevo paradigma.

Nuria Sáez (Cambiologa)
Socia y Directora de la Escuela de líderes InCrescendo

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