jueves, 17 de mayo de 2012

        Os dejamos hoy el articulo publicado en Uakix. Espero que lo disfruteis!

"COACHING CON MAYÚSCULAS"

        Ser coach no es solo una bonita profesión, es una actitud de apertura, de cambio, de conciencia que comienza por uno mismo. Nosotros no podemos entender esta palabra sin una mirada hacia dentro, sin un viaje individual del coach hacia su autoconocimiento. Porque es difícil acompañar a alguien en su laberinto de la transformación cuando tú no has pasado por él. A este coach que ha recorrido su camino previamente le llamamos coach con mayúsculas.
        Ser coach con mayúscula requiere haber vivido, sentido , percibido y haber tomado conciencia de nuestras formas de funcionar, supone conocer nuestros programas y nuestra forma de filtrar la vida, reconocer el impacto que esto tiene en nuestra vida y abrirnos hacia el cambio y hacia formas más saludables de funcionar que me permitan vivir sin tanto desgaste.

        Tomar conciencia de esta pluralidad hace que el coach se replantee el respeto hacia el resto de las personas y la aceptación de esas diferencias en los demás. Solo a través de este respeto puede el coach desarrollar determinadas competencias personales que le llevaran a realizar su trabajo con éxito: aprender a escuchar más y mejor, despertar su observación desde la curiosidad, abrir su percepción, ponerse en la situación de la otra persona y sobre todo hacer todo esto SIN JUICIO, es decir, sin etiquetar ni enjuiciar a la otra persona.

        Las tres labores básicas del coach en un proceso de coaching, son generar conciencia, responsabilidad y autocreencia en el coachee y para ello el coach con mayúscula debe de tener un alto grado de conciencia sobre si mismo, de cómo funciona el ser humano, debe vivir la auto-responsabilidad, cada uno es el responsable de su vida, y esto solo lo puede hacer vivir a un coachee desde su propia vivencia, desde su más profundo sentir, y por último debe de aplicarse la autocreencia de que todos tenemos los recursos necesarios para vivir bien en esta vida.

        Iniciar este maravilloso camino debería de servir a los futuros coaches con mayúsculas a poder PARARSE a mirar hacia adentro, hacia sí mismo y eso es algo que muchos todavía no se han atrevido a hacer. Y el recorrer este sendero acompañado de un grupo de personas te ayuda a conocerte más a través de los espejos que nos vamos encontrando en el camino, muchas veces mirando hacia los otros uno se va encontrando poco a poco, sin quererlo, buscarlo o esperarlo, de forma natural, y así de esta manera aprender a reencontrarse cada día con nosotros mimos y con nuestras luces y sombras.

        Además un coach con mayúsculas es un coach que te ayuda a entender que no somos lo que creemos que somos, ni siquiera lo que los demás piensan que somos, porque somos eso y mucho más...

        Nuestra identidad es mucho más profunda, podríamos decir que nuestra identidad es la suma de todas nuestras identidades potenciales y que a menudo como si de una baraja de cartas se tratará queda reducida a una o como mucho a varias cartas de la baraja. A veces ni siquiera nos gusta la carta con la que nos ha tocado jugar, es una etiqueta que alguien colgó sobre nosotros y que en un momento aceptamos sin rechistar, porque nunca nos llegamos a cuestionar o porque nos llegamos a creer que estábamos cómodos o cómodas con ella.

        Pero cuando colgamos etiquetas o cuando aceptamos las que nos cuelgan los demás lo que hacemos es reducir las cartas de nuestra baraja, de nuestra identidad, congelando y quedándonos con solo una parte de la misma y en vez de abrirnos y sentir que somos mucho más, nos cerramos y empobrecemos nuestra relación con los demás.

        El coaching con mayúsculas es un coaching orientado al despertar de nuestra conciencia, una invitación a darnos cuenta de todas nuestras identidades potenciales, a no caer en el error de la identificación y aprender a aceptar y reconocer esas otras partes de nosotros que menos nos gustan. Porque solo en la medida que nos reconozcamos, y nos aceptemos podremos reconocer y aceptar al otro, sin juicios, sin etiquetas.

        ¿Por qué nos identificamos? Muchas veces las personas tenemos una serie de ideas, de creencias sobre nuestra forma de ser, sobre nuestro "Yo ideal", es decir sobre cómo tenemos que ser o como nos debemos comportar con los demás. Es una especie de "tengo que ser así, porque si no no seré amado, aceptado o reconocido ". Al construir este ideal lo que hacemos es negar la parte de nosotros mismo que no se corresponde con nuestro ideal y así es como poco a poco van surgiendo nuestras sombras (aquello que somos pero que no queremos ser porque consideramos que no es lo ideal). Esta identificación nos impide conectar con nuestra verdadera esencia y nos impulsa a negar todo aquello que somos pero que no queremos ser.

        Nuestras sombras se pueden convertir en nuestro mayor enemigo cuando huimos o cuando nos resistimos a ellas, porque tal y como dice Robert Dilts "todo aquello a lo que te resistes persiste y lo que aceptas te libera", y solo desde nuestra toma de conciencia, desde la aceptación de esa parte de nosotros que también somos pero que no nos gusta tanto, podemos liberarnos de ello y hacer algo más grande.

        En el coaching con mayúsculas el coach ayuda al coachee a tomar conciencia sobre la infinidad de cartas que tiene en su baraja, a reconocer que esa parte ideal de su ser es solo una pequeña parte que él se ha construido para gustar o ser reconocido, pero que él es mucho, mucho más... Le invitamos a conectar con sus sombras y a reconciliarse con esa parte de él que le gusta menos, le ayudamos a integrarla, a trascender y a hacer algo más grande.

Porque somos eso y MUCHO, MUCHO MÁS...

Nuria Sáez Lahoz
Socia fundadora Escuela InCrescendo

No hay comentarios:

Publicar un comentario